Te tengo una pregunta...
sí en tus manos estuvierala única posibilidad de salvar
y de sanar mi alma...
¿tomarías entonces mi mano?
Siempre me he preguntado
que se siente estar entre miles de miradas
desnuda con el alma en la punta de la nariz...
disfrutando en primera fila el espectaculo que ofresco.
Liberando de mícada perfume ingrato de violetas.
Detesto tu parecieraeterna calma,
detesto tu sonrisa cinica,
la cual,
sabes de sobra que extraño...
detesto esa música que no dejo de escuchar a diario.
Comienzo a odiar esa silla blanca,
en la que esa inservibletipa de ojos verdes
se sienta a mirarme como bicho raro y me dice mientras:
"Eres una gran amiga"
Falsa,
hipocrita,
mala actriz...
¿qué más te puedo decir?
Ese sabor de sandía en mis labios
no ha desaparecido... no quiere... provaca.
Que triste ver como quien yo amaba
desaparece en su mismo ego,
en ese miserable sólo de guitarra
dónde parecierá que sus oídos son los únicos que no escuchan la realidad.
Me pudro con mi sonrisa.
Hablemos de salvarme
ese tema era el punto de mis palabras...
¡Ah es cierto! No te interesa.
Bueno esa recompensa sólo le interesa entoncesa quien...
no espera, sólo a mí.
Que tristeza.
Duerme sin remordimientos,
mientras las sienes de tus hijos
te piden amor por esos ojos verdes...
mis labios a sabor a sandía...
provocarán a quien toque la punta de mi nariz.
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